El estado del agua en términos de oferta y calidad está siendo afectado por los procesos de degradación de las cuencas, con la disminución progresiva de la regulación natural del régimen hidrológico que hace más prolongados los periodos de estiaje y mayores las crecientes. Adicional a esta problemática, en la actualidad se presenta una proliferación de ejecución de proyectos de infraestructura y de desarrollo económico (mineros, petroleros, agrícolas, entre otros) en zonas estratégicas para la conservación del recurso hídrico y la protección de cuencas, que ponen en grave riesgo la sostenibilidad de este recurso.
Para ampliar la información sobre la oferta y calidad del recurso hídrico de Colombia tanto en agua superficial, subterránea y marina lo invitamos a consultar:
Aguas Superficiales.-

Oferta y Calidad
Colombia es uno de los países con mayor riqueza hídrica en el mundo, pero esta oferta es heterogénea, pues la mayor parte del recurso se encuentra en lugares con bajos niveles poblacionales como la Amazonía, Orinoquía y Chocó, mientras que en la zona Andina, donde se encuentra el grueso de la población, cuenta con tan solo el 15% de la oferta hídrica total.
Una de las principales áreas hidrográficas del país es el Amazonas, en la cual se reconocen grandes ríos, como el Putumayo y el Amazonas, que hacen frontera con las repúblicas del Ecuador y Perú. En las estribaciones de la cordillera Oriental, nacen los ríos Orteguaza y Yari, que van conformando el rio Caquetá, considerado el más caudaloso de Colombia. Se destaca, además, el rio Apaporis, que desemboca en la frontera con el Brasil y nace en el centro de la Amazonia colombiana. Cabe resaltar que esta extensa selva tropical cubre la tercera parte del territorio nacional y en ella se desarrollan una gran variedad de ecosistemas que aportan una biodiversidad alta, considerada entre las mayores del mundo.
La riqueza hídrica colombiana también se manifiesta en la favorable condición de almacenamiento superficial, representada por la existencia de cuerpos de agua lénticos, distribuidos en buena parte de la superficie total y por la presencia de enormes extensiones de ecosistemas de humedales.
Agua subterránea.-
Oferta
La disponibilidad de agua subterránea en Colombia tiene una amplia variabilidad, como consecuencia de la complejidad geológica del territorio y de la gran versatilidad de sus condiciones topográficas, hidrológicas y climatológicas. Su presencia y distribución en cualquier región están controladas, en esencia, por sus características geológicas, y por lo tanto, sus límites y características físicas y geométricas se hallan determinados, más que todo, por la estructura geológica y la estratigrafía. Por esta razón, las cuencas hidrogeológicas, en la mayoría de los casos, no coinciden necesariamente con los límites fisiográficos ni con los hidrográficos.
El volumen total de aguas subterráneas es del orden de 5.848 km3. A continuación, se presenta la distribución de las reservas por provincias.
Figura 1.
Fuente: Ideam,. Estudio Nacional del Agua. Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales. Bogotá D.C.
El 52% (593.359 km2) de las provincias se encuentran en la Amazonia, la Orinoquia y en el Chocó, donde el recurso no es prioritario por el alto rendimiento hídrico de estas zonas geográficas y el bajo porcentaje de población que ocupa este territorio. Así pues, el 48% del área cubierta por provincias hidrogeológicas es de importancia en el territorio nacional y a este recurso se deben enfocar las estrategias prioritarias futuras para garantizar la sostenibilidad.
Cabe resaltar que las reservas de aguas subterráneas corresponden al 72% de la oferta total de agua superficial y subterránea, lo que las convierte en una alternativa estratégica para hacer frente a disminuciones de caudal por variabilidad y cambio climático.
Agua marino costera.-
Oferta y calidad
Colombia, el país más septentrional de Suramérica, está bañado en el norte por el mar Caribe y en el occidente por el océano Pacífico con sus extensos litorales. La costa Caribe insular oceánica está conformada por el Archipiélago de San Andrés, Providencia, Santa Catalina y sus islotes y cayos asociados (Islas del Rosario y de San Bernardo); se ubica al noroeste del país, en la llamada zona de elevación de Nicaragua, y tiene una extensión de línea de costa de 60 km aproximadamente y un área terrestre de 49 km2.
El Pacífico colombiano se ubica en la región occidental de Colombia, tiene una línea de costa de 1.544 km de longitud, una porción emergida de la zona costera e insular de 8.455 km2 y una superficie de aguas jurisdiccionales de 359.948 km2 correspondiente al 18% del territorio nacional, incluye las islas de Gorgona, Gorgonilla y Malpelo.
Figura 1. Fronteras nacionales e internacionales de la zona marino – costera del territorio colombiano (modificado, IGAC, 2004)
Fuente: INVEMAR, 2012. Informe del estado de los ambientes y recursos marinos y costeros en Colombia: Año 2011. Serie de Publicaciones Periódicas No. 8. Santa Marta. 203 p.
Esto da como resultado que aproximadamente el 43% (892.102 km2) del territorio colombiano está representado por áreas marítimas; aunque a nivel nacional se han adelantado investigaciones sobre la distribución de las profundidades de las aguas oceánicas territoriales y marítimas, las cuales no difieren grandemente de los valores medios para todos los océanos de la tierra, si las aguas oceánicas Colombianas cubren una superficie aproximadamente de 892.102 Km2, y si se considera una profundidad media de 3.700 m, el volumen del agua oceánica territorial es de 3.300 millones de Km3.[1]
Estas áreas, además de ser una considerable riqueza material del país, son parte importante del patrimonio ambiental nacional.
Calidad de las aguas marino – costeras
Según INVEMAR[2], el diagnóstico de la calidad de aguas marinas y costeras muestra que los principales tipos de contaminantes que llegan a los ambientes marinos costeros del país, en general siguen correspondiendo a los residuos líquidos domésticos e industriales, productos utilizados en las actividades agropecuarias, y los derivados de la explotación y manejo de minerales.
Las principales vías de entrada de estos contaminantes son los ríos y los vertimientos directos al mar de las poblaciones costeras, con actividades importantes como las portuarias o industriales. Los sitios donde se sigue observado deterioro de la calidad de los ambientes costeros son Bahía de Cartagena, el Golfo de Urabá, el Golfo de Morrosquillo y la desembocadura del río Magdalena para el Caribe; la Bahía de Buenaventura y las desembocaduras de los ríos Mira y San Juan, en el Pacífico.